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IMAGINACIÓN Y ORIGEN

Llega el momento de despedirse. Como podréis haber comprobado -o por lo menos esa era mi intención- la literatura está presente en casi todos los ámbitos de nuestra vida. A pesar de que se intente fingir que no es necesaria en el sector,  por ejemplo, industrial o tecnológico por sus géneros científicos y matemáticos.

La literatura es un compendio de pensamientos y  de maneras de vivir, de percibir, de expresar y de entender. Si bien está demostrado que la historia es importantísima para asegurar el futuro, y si más aún que es el conjunto de  eslabones que nos han permitido llegar adonde estamos, -y como hemos llegado-, la literatura tiene entonces un doble poder. Primero, es garante de la perduración de la historia, sin ella prácticamente nada hubiese sido recogido y hoy, sin errores desde los que haber aprendido, no habríamos superado tanto. Y después, es la manera de vivir y desde la que desarrollarnos plenamente como seres humanos, como Homo Sapiens.

Si alguna capacidad destaca principalmente a la raza humana de otros animales es precisamente la de la reflexión. Ahora bien, nada permite desarrollar mejor la reflexión de la mente que conocer la literatura. De este modo, tus propios pensamientos sobre, por ejemplo, la filosofía se completan con los de otras personas que quizás hayan tenido experiencias diferentes o comunes y que han decidido contarlas por algún motivo. Personas con otras perspectivas, con otros modelos.

Sócrates decía “Sólo sé que no sé nada”, y partiendo de esta cita, quiero argumentar que si ya es difícil conocer el mundo, la realidad, lo que existe y lo que no, más lo sería sin la literatura. Me atrevería, incluso, a decir que es esta quien pone el poco equilibrio que hay en este paradójico, ordenado caos.

 Sirvámonos de este espejo que es la literatura para evolucionar en condiciones.