POSGUERRA- LOS GIRASOLES CIEGOS
Para esta nueva entrada he decidido recoger algunas de las diferencias presentes entre la película y el libro Los girasoles ciegos, de Alberto Méndez.
En esta
novela sobre la Guerra Civil española, una de las diferencias más destacables
es la omisión de partes importantes del libro en la película. Por ejemplo,
mientras que en el libro se dedica la primera parte o “Primera derrota 1939”
al Capitán Alegría, en la película no es
siquiera nombrado. Se trata de un intendente nacional que se rinde ante el
bando enemigo justo cuando estos últimos estaban a punto de perder la guerra.
Esta, para muchos incomprensible, rendición es una manera que tiene el
intendente de protestar contra la guerra por la usura con la que la están
llevando a cabo. Pues él, que se había puesto del lado de los nacionales para
proteger lo suyo, no está dispuesto a matar por el siempre placer de acabar con
el que piensa diferente.
Desde mi
punto de vista, esta elipsis hace que el libro pierda uno de los valores que
considero que le da mucha fuerza, pues el Capitán Alegría o la primera parte en
sí están llenas de reflexiones que desmontan la necesidad de la guerra y el
egoísmo que la mueve. Que dicho personaje sea un vencedor que se rinde antes de
la victoria por preferir ser vencido, dando muestra del horror y la falta de
sentido que le provoca el hecho de que no se esté batallando por conseguir algo
bueno, sino sólo por matar y ganar, intenta reflejar esa banalidad que conlleva
la guerra.
La segunda
parte del libro, “Segunda derrota 1940”, aparece en forma de una investigación
policial sobre unos cuerpos hallados en una braña asturiana y un manuscrito que
allí se encontró. Es la historia de Elena y su novio poeta Eulalio, quienes decidieron
huir juntos hacia el monte dado que iban a ser padres y Eulalio era un
perseguido por su ideología comunista.
Esta parte
sí que aparece representada en la película, sin embargo, cambian varios
aspectos. Por un lado, la historia es presentada no como un informe ni como la
lectura de un manuscrito, sino como una línea de acción paralela a la que
enfoca la estructura de la película. Por otro lado, mientras que en el libro se
advierte que los cuerpos encontrados pertenecen a Eulalio y a su bebé, que no
pudieron resistir el hambre ni el frío, en la película salen de la braña y
mueren a manos de los nacionales en una cuneta. Además, la relación entre estos
personajes de la segunda parte del libro con los que aparecen en la cuarta es mucho
más disimulada en la novela que en la película, de ahí que en esta última se
les llegue a encontrar a todos juntos.
De la
“Tercera derrota 1941” del libro, ni rastro hay en la película. A mi modo de
ver, también hubiese sido interesante incorporarla, pero entiendo que si alguna
parte debía quedarse en el tintero para la cabida de las demás, era esta.
Y llegados a
la “Cuarta derrota 1942”, propiamente titulada como “Los girasoles ciegos”, es
la que sirve de enfoque y trama principal en la película. El filme comienza y
termina con esta línea de acción en la que participan Ricardo Maza, que vive
escondido en un armario para simular que ha muerto porque era perseguido por
ser republicano, su mujer, su hijo Lorenzo y el hermano Salvador, un
seminarista.
En el libro
y en la película esta parte consta de las memorias intercaladas de Lorenzo y
las del proyecto de párroco. Lorenzo se
presenta como un niño pensativo, que entiende que su padre esté escondido pero
no comparte el por qué. De hecho, su incomprensión del problema es tal que
decide no cantar el “Cara al sol” en la escuela, algo que acabó causándole
problemas, de los que su madre finalmente le libró.
El hermano
Salvador, aprovechando la misteriosa ausencia del padre de su alumno Lorenzo,
decide intentar ayudar su madre Elena con la educación de su hijo. Sin embargo,
se siente atraído por ella y quiere algo más. Este deseo acaba haciéndole dejar
su idea de ser cura. Ella le evita e intenta mantenerlo lejos para proteger a
su marido, pero Salvador empieza a investigar sobre la supuesta muerte de
Ricardo Maza y lo que encuentra le ayuda a sospechar. Entre la información
aparece la historia de su otra hija Elena, que huyó embarazada con Eulalio, el
comunista. Finalmente, Salvador acaba descubriendo a Ricardo en la casa de Elena, y tras gritar resentida e
insistentemente que había un rebelde, Ricardo se tira por la ventana delante de
su familia para no ser apresado.
Para
concluir este pequeño análisis, me gustaría dar una pequeña parte de mi opinión sobre
estas diferencias y sobre la propia obra en sí. En primer lugar, me parece un
libro extraordinario por todos los valores que contiene que hoy brillan por su
ausencia y que son fuente de cura para los extremismos que desembocan en guerras. Me ha gustado que deje
a la lucha como un mal común por encima de todo, y que se haya alejado de los
abanderamientos dejando claro que no hay ni buenos ni malos, que la guerra es
absurda y el fin no justifica los medios, que hubo daño para todos y nadie fue
mejor que nadie, y que por culpa de la vana radicalización en bandos
ideológicos acabó teniendo lugar un desastre como este.
En cuanto a
si prefiero el libro o la película, diré que prefiero el libro por la mayor
complejidad reflexiva que contiene. Aunque en la película se ha hecho un buen
trabajo, nunca se llegarán a abordar tan bien las banales barreras mentales que se sostienen
en una guerra.
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