DOCE AÑOS DE ESCLAVITUD
El domingo me
decidí a ver Doce años de esclavitud, una película de Steve McQueen estrenada
en 2013, que se mereció el Premio Óscar
a la mejor película en el 2014, y en la que aparecen actores tan renombrados
como Chiwetel Ejiofor, Brad Pitt, Alfree Woodard o Benedict Cumberbatch, entre
otros.
Sin yo haberla
visto antes, este domingo la televisaban y ante mi falta de motivación por
hacer otra cosa que no fuese holgazanear -pues tampoco vamos a pedirle mucho a
un domingo por la noche- la escogí de entre todas las demás películas también
televisadas. Es cierto que no me sonaba haber oído ni leído nada sobre ella -aunque
podría haberlo hecho y, con las mismas, olvidarlo-, pero en primer lugar su título ya me suscitaba una
historia interesante, y una vez iniciada en la película, cuando ya sabía el
tema sobre el que trataba, fue el momento en el que estaba totalmente decidida.
No sólo porque el tema era de por sí interesante para mí, por tratarse de un
hecho histórico, sino porque un par de semanas atrás habíamos estado dedicando
clases al mismo. Viendo, leyendo y aprendiendo sobre cosas al respecto. En
concreto fue Beloved, el libro que leí, fueron Figuras Ocultas y Criadas
y Señoras, las películas que vi, y fue parte de la dura historia de la
población afroamericana durante los años en los que fueron sometidos a una
cruel y cruenta esclavitud, sobre lo que aprendí.
La película de
la que os vengo a hablar está basada en hechos reales. El protagonista, Solomon
Northup, es un hombre negro que, a pesar de haber conseguido su libertad y
vivir buenamente con su familia como personas dignas y libres, es raptado por
una especie de mafia que se dedica a raptar personas negras para su posterior
venta y esclavitud.
Llegado el
momento de su venta, al tiempo que se produce la separación de una madre y sus
hijos -escena capaz de llamar a los sentimientos desde lo más profundo de la
empatía-, el nombre de Solomon es sustituido por otro, para ser reconocido como
persona esclava. Debido a esto y a que le es imposible acceder a sus papeles
para demostrar su libertad, Solomon pasa así doce duros y largos años
esclavizado, viendo como otras tantas personas como él están sufriendo tal
masacre.
La película
hace una muestra de las pésimas condiciones de vida que llevaban los negros,
que además de dejarse el alma trabajando tenían que satisfacer otro tipo de
necesidades, bien participando en las burlas dirigidas hacia ellos por parte de
los blancos, bien sirviendo como pasatiempo sexual, donde a la humillación se le
sumaban las agresiones. Estos dos ejemplos se representan en la película en
varias escenas, pongo como ejemplos el momento en el que los esclavos son
obligados a cantar una canción que los insulta y cada vez que Patsy es violada
por su amo. Además de ser vejada en cada trato que recibe del amo, Patsy sufre
la ira de su esposa, quien le quita de recibir la poca comida que les dan y
llega incluso a pegarle.
Hay varias
escenas que me recuerdan en especial a Beloved, y son aquellas en las que se
muestran las espaldas de los esclavos con unas cicatrices bárbaras por culpa de
los tremendos latigazos con los que se les castigaba, casi siempre, con ensañamiento.
La pequeña Patsy, de la que os hablaba antes, también es propietaria de tales
marcas. Estas mismas son simbolizadas en Beloved como ramas de árboles e
inmediatamente después de ver dichas escenas las relacioné automáticamente.
En
definitiva, si queréis saber el final de la película, tendréis que verla. Por
mi parte queda recomendada y os aconsejo que le dediquéis tiempo para poder
analizar ciertos detalles que están muy bien representados y que seguro os
servirán para pensar.
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